Robert Hurley, Reflect Puddle, sf |
La persiana, no del todo cerrada, comoun espanto que se retiene de caer en tierra,no nos separa del aire. Mira, se abrentreinta y siete horizontes rectos y delgados,mas el corazón els oblida. Sin añoranzase nos va muriendo la luz, que era colorde miel, y ahora es color de aroma a manzana.Que lento el mundo, que lento el mundo, que lentala pena por las horas que se vandeprisa. ¿Di, te acordarásde esta habitación?"La quiero mucho.Aquellas voces de obreros - ¿Qué son?"Albañiles:Falta una casa en la cuadra."Cantan,Y hoy no los oigo. Gritan, rien,Y hoy que callan se me hace raro".Qué lentaslas hojas rojas de las voces, qué inciertascuando vienen a enterrarnos. Dormidas,Las hojas de mis besos van cubriendoLos rincones de tu cuerpo, y mientras olvidasLas hojas altas del estío, los díasAbiertos y sin besos, muy en el fondoEl cuerpo recuerda: aúntu piel es mitad de sol, mitad de luna.
Gabriel Ferrater
Fuente original: Selecció de poesía catalana.
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